La actividad social y la educación sobre el envejecimiento son fundamentales para la salud cerebral en los afroamericanos mayores, señala un estudio

Los resultados de los ensayos clínicos respaldados por BrightFocus muestran que la educación y la participación activa en torno al envejecimiento saludable pueden ofrecer beneficios que superan el ejercicio por sí solo.

Por Julia Roth, BrightFocus Foundation

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Entre los muchos beneficios para nuestra salud y bienestar general, el ejercicio fortalece el cerebro y ayuda a defenderse contra el deterioro cognitivo. Sin embargo, los resultados de un ensayo clínico reciente revelaron otra actividad que puede beneficiar al cerebro más que el ejercicio por sí solo: la participación social y la educación sobre el envejecimiento saludable.

Un equipo de investigación financiado por BrightFocus Alzheimer's Disease Research (Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer) en el Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge, Luisiana, tuvo como objetivo profundizar nuestra comprensión de los beneficios del ejercicio para proteger la salud cerebral específicamente entre las personas afroamericanas mayores.

Los beneficiarios de subvenciones Robert L. Newton, Jr., PhD y Owen Carmichael, PhD, creían que, al determinar formas de motivar a los afroamericanos adultos mayores a hacer más ejercicio, podrían mejorar su cognición (esto es, pensar) y prevenir la pérdida cognitiva a medida que envejecen.

Los afroamericanos tienen el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otras demencias que los individuos blancos, además están insuficientemente representados en la investigación sobre la salud y el envejecimiento en general. A pesar de su riesgo desproporcionado, se sabe poco acerca de las intervenciones efectivas para prevenir la demencia y el deterioro cognitivo en las poblaciones afroamericanas. 

"Muy pocos estudios hasta la fecha han desarrollado específicamente una intervención de actividad física para las personas afroamericanas mayores", escribieron los investigadores.

Para abordar estas necesidades, los doctores Newton y Carmichael diseñaron y realizaron un ensayo clínico piloto para evaluar la efectividad del ejercicio y otras intervenciones para proteger contra el deterioro cognitivo en adultos mayores afroamericanos saludables. Los resultados del ensayo, llamado: Programa para la cognición y el ejercicio de los afroamericanos (PAACE, por sus siglas en inglés), se publicaron en Frontiers in Aging Neuroscience.

Owen Carmichael, PhD, and Robert L. Newton, Jr., PhD.
Becarios de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer, Owen Carmichael, PhD, y Robert L. Newton, Jr., PhD

Sobre el estudio

Los doctores Newton y Carmichael desarrollaron el programa recopilando información directamente de las personas afroamericanas mayores sobre los tipos de actividades físicas y los componentes del programa (por ejemplo, la duración) que serían aceptables para una población afroamericana adulta mayor. Los investigadores combinaron este aporte con información recopilada previamente sobre las creencias de los participantes sobre la demencia, las evaluaciones a las que estaban dispuestos a someterse y su disposición a participar en diferentes tipos de intervenciones de estilo de vida, para crear el programa de ejercicios.

Un total de 56 hombres y mujeres afroamericanos saludables, de 65 a 85 años, participaron en el ensayo de 12 semanas. A la mitad se les asignó un programa de ejercicios, apuntando a 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso. Los participantes participaron en sesiones de ejercicios grupales de 45 a 60 minutos dos días a la semana que consistían en ejercicios aeróbicos (p. ej., caminar, bailar en hilera), entrenamiento de fuerza, equilibrio y flexibilidad en el centro YMCA local. Estos participantes también hacían ejercicio de dos a cuatro días por semana en casa.

La otra mitad se asignó a un grupo de envejecimiento exitoso, donde asistieron a sesiones grupales semanales de 30 a 60 minutos. El setenta por ciento del tiempo se dedicó a la educación y el 30 por ciento restante fue discusión en grupo. Los temas incluyeron alimentación saludable, testamento vital o voluntad anticipada y conocimiento sobre la demencia.

Se realizaron pruebas estándar antes y después de la prueba o ensayo para determinar si había algún efecto sobre la cognición en el grupo del programa de ejercicios frente al grupo del programa de educación.

Los resultados

¿Cuál grupo mostró mayores mejorías en la cognición? Los resultados de este ensayo piloto mostraron que el programa de ejercicio físico no mejoró la función cognitiva. El programa centrado en educación sí lo hizo.

Al final de las 12 semanas, los participantes en el grupo del programa de ejercicios no mostraron evidencia de alguna mejoría en el funcionamiento cognitivo mensurable por las pruebas cognitivas estándar, mientras que las puntuaciones cognitivas aumentaron significativamente en el grupo del programa de educación.

El documento proporcionó posibles explicaciones sobre estos resultados. Puede ser que la intensidad o periodos de actividad física en el grupo del programa de ejercicios fuera insuficiente para mejorar la función cognitiva. 

A pesar de eso, aún puede haber beneficios para el grupo participante del programa de ejercicios, especulan los autores. Por ejemplo, los miembros del grupo del programa de ejercicios aumentaron su actividad física de moderada a vigorosa en un promedio de 45 minutos por persona por semana, un nivel que podría tener beneficios para la salud del corazón y reducir el riesgo de diabetes, aminorar factores de riesgo de Alzheimer que son más frecuentes en los afroamericanos que en los blancos.

Los autores también especularon que el grupo del programa de educación pudo haber implementado la información relacionada sobre cómo mejorar los comportamientos del estilo de vida, como la dieta y el sueño, lo que podría haber mejorado la función cognitiva. También pueden haberse beneficiado de la participación social durante las discusiones en grupo. Es poco probable que pequeños cambios en cada uno de estos comportamientos afecten la cognición; sin embargo, en otros estudios, se demostró que múltiples cambios en varias áreas de comportamiento (p. ej., dieta, actividad física, compromiso social, dormir) mejoran la función cognitiva, anotaron los autores.

Las mujeres en el grupo del programa de educación mostraron el nivel más alto de beneficios cognitivos entre los participantes del ensayo. Esto se alinea con otra evidencia que muestra que la participación social y el apoyo contribuyen de manera importante a la salud de las mujeres.

Los resultados pueden ayudar a guiar futuras investigaciones. Por ejemplo, los autores sugieren explorar si la modificación simultánea de múltiples comportamientos de estilo de vida mejora los resultados cognitivos entre las personas afroamericanas mayores, un enfoque para reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer que, en su mayor parte, no ha sido dirigido a esta población.

La investigación de seguimiento del ensayo debe centrarse en mejorar la efectividad del programa de ejercicios, investigar qué componentes hicieron que el programa de educación fuera efectivo y explorar por qué las mujeres parecían beneficiarse más, sugirieron los autores.

Puede ser posible abordar la cuestión de la eficacia del ejercicio en nuevos ensayos que los doctores Newton y Carmichael comenzaron con casi $2 millones en fondos federales del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Ahora que están reclutando, los ensayos de Reducción del riesgo de la enfermedad de Alzheimer de los afroamericanos a través del ejercicio (RAATE, por sus siglas en inglés) son similares a PAACE pero más grandes, de mayor duración e incluyen a personas con deterioro cognitivo leve. Los participantes se asignan al azar a una intervención que promueve la actividad física o a un grupo de información sobre el envejecimiento saludable. El objetivo primario es comparar los efectos de ambas intervenciones sobre la cognición (memoria y función ejecutiva).

Los estudios indican que mantener las conexiones sociales y mantenerse mentalmente activo a medida que envejecemos puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, posiblemente debido al fortalecimiento de las conexiones entre las células nerviosas del cerebro. Como lo señalan los investigadores, se necesita más investigación sobre los efectos del ejercicio y otras intervenciones sobre los resultados cognitivos en los afroamericanos y las personas de otros grupos insuficientemente representados. La mejor apuesta puede ser diseñar ensayos que combinen actividad física vigorosa con actividades socialmente atractivas.

La Investigación sobre la enfermedad de Alzheimer (ADR, por sus siglas en inglés), un programa de BrightFocus Foundation, tiene una cartera de subvenciones activa de más de $ 45 millones distribuida en 167 becas de investigación científica para vencer la enfermedad de Alzheimer. Un proyecto actual financiado por ADR está examinando el impacto del ejercicio de la hormona irisina en los astrocitos en la enfermedad de Alzheimer, lo que podría conducir a nuevos diseños terapéuticos que imiten los efectos beneficiosos del ejercicio; otro está examinando la influencia de la dieta y el ejercicio en el cerebro y cómo el gen APOE influye aún más en esta relación.

BrightFocus Foundation alcanza a millones de personas en todo el mundo a través de sus esfuerzos de divulgación y educación pública sobre la salud ocular y cerebral. En 2021, BrightFocus lanzó Brain Info Live, una serie de alcance comunitario que aborda las disparidades de salud y la equidad de las personas que conviven con la enfermedad de Alzheimer. A través de este y otros programas, incluidos BrightFocus Chats y Community Circle, BrightFocus trabaja para generar confianza y apoyo entre los miembros de la comunidad, las familias, los médicos, los investigadores y otros profesionales de la salud.

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Acerca de BrightFocus Foundation 

BrightFocus Foundation es una de las principales organizaciones sin fines de lucro que financia investigaciones para vencer el Alzheimer, la degeneración macular y el glaucoma. A través de sus programas de investigación emblemáticos (Investigación sobre la enfermedad de Alzheimer, Investigación nacional sobre el glaucoma e Investigación sobre la degeneración macular), BrightFocus Foundation actualmente apoya una cartera de $75 millones de dólares compuesta de 287 proyectos científicos en todo el mundo. BrightFocus ha otorgado casi $275 millones en fondos para investigación médica innovadora desde su inicio y divulga los últimos hallazgos de investigación, información de expertos y recursos de enfermedades en inglés y español para empoderar a los millones afectados por estas enfermedades devastadoras en todo el mundo. Únase a nuestra comunidad en brightfocus.org.

 


 

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