El ojo: una ventana de tu salud

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Una persona que sostiene un objeto con forma de prisma que refracta parte de su rostro y ojo.

Conozca cómo su oftalmólogo puede obtener tanta información sobre su estado de salud general con solo examinar sus ojos.

A menudo se dice que "los ojos son la ventana del alma", y si bien eso puede o no ser cierto, el ojo indudablemente es una ventana a muchas condiciones de salud. De hecho, algunas veces, un oftalmólogo será el primer médico en diagnosticar una afección médica porque los primeros indicios pueden aparecer en el ojo. Por lo tanto, tener un examen completo y minucioso de los ojos es mucho más que solo obtener una receta para anteojos nuevos o lentes de contacto. Sin ni siquiera informarse sobre su historial médico, su oftalmólogo puede conocer mucho sobre su salud general. El ojo es el único lugar en el cuerpo humano donde se hace visible parte de su sistema nervioso central.

De hecho, cuando un oftalmólogo observa la retina y el nervio óptico durante un examen, él o ella en realidad está mirando extensiones del cerebro.

Pero hay aún más información que se puede obtener sobre su salud durante un examen de la vista, y algunas de estas afecciones se analizan a continuación.

Enfermedad cardiovascular

La presión arterial alta, o hipertensión, es una enfermedad muy común y tiene diferentes manifestaciones en el ojo dependiendo de la gravedad y la duración de la enfermedad. En la hipertensión muy severa, los resultados característicos en el ojo presentan la inflamación del nervio óptico y el sangrado en la retina.

La aterosclerosis es una enfermedad en la que se forman placas en las arterias. La placa es una acumulación de depósitos de grasa o colesterol (u otras sustancias) en la pared arterial. Si una porción de la placa se desprende, puede alojarse en los vasos que suministran el flujo de sangre al ojo y puede causar una pérdida severa de la visión, como en el caso de una oclusión de la arteria retiniana central. A veces, el paciente no presenta síntomas, pero el oftalmólogo puede detectar un residuo de una placa de colesterol en los vasos pequeñísimos de la retina, y esto puede ser una señal de advertencia del angostamiento de la arteria carótida u otros problemas cardíacos, como válvulas cardíacas calcificadas. Es probable que su oftalmólogo le pida que vea a su médico internista, para que se puedan realizar otros exámenes, como una ecografía del corazón y de los vasos del cuello.

En contraste con una obstrucción de las arterias en el ojo, también es posible que las venas tengan una obstrucción, y a esto se le denomina oclusión de la vena central de la retina. El examen ocular revelará algunas pequeñas hemorragias (o sangre) en la retina, así como otros hallazgos llamados "manchas algodonosas". Debido a que existen factores de riesgo para esta afección, como la edad, la hipertensión y el colesterol alto, es posible que su oftalmólogo quiera revisar su presión arterial y los análisis de sangre para buscar las condiciones que puedan predisponerlo a enfermedades vasculares de la retina.

Diabetes

La diabetes es ahora la causa principal de la nueva ceguera en adultos que viven en los Estados Unidos.

La diabetes puede tener un impacto en muchas partes del ojo, pero el trastorno más común es la retinopatía diabética, en la cual los vasos sanguíneos en la retina se inflaman y pueden causar sangrado, o puede haber un crecimiento de nuevos vasos anormales. A veces, el crecimiento del nuevo vaso ocurre cerca de la parte del drenaje del ojo, lo que aumenta la presión ocular y puede dar lugar a una forma grave de glaucoma, llamada glaucoma neovascular. Las posibilidades de tener retinopatía diabética y tener una forma más grave de esta afección aumentan cuando su nivel de azúcar en la sangre está controlado deficientemente o si ha tenido diabetes durante mucho tiempo. Además, el riesgo también aumenta en los pacientes que también tienen hipertensión o colesterol alto, y para ciertos grupos étnicos como los hispanos, los afroamericanos y los nativos americanos. Por lo tanto, se recomienda que todos los pacientes recién diagnosticados con diabetes se sometan a un examen ocular con dilatación de pupila en el momento del diagnóstico y después, anualmente, si no hay signos de retinopatía. En las primeras etapas de la retinopatía diabética, es posible que no experimente ningún cambio en la visión, pero su oftalmólogo podrá diagnosticar la enfermedad mediante un examen meticuloso de la retina. Algunas veces, la diabetes puede causar cambios en la visión, incluso si no tiene retinopatía. Por ejemplo, un nivel alto de azúcar en la sangre puede hacer que el cristalino del ojo se inflame, lo que produce una visión borrosa, pero esto generalmente se resuelve cuando su nivel de azúcar en la sangre se normaliza. La mejor manera de prevenir la retinopatía diabética es optimizar el control de la glucemia y la presión arterial.

La enfermedad de tiroides

Ya sea que uno tenga hipertiroidismo o hipotiroidismo, se puede desarrollar una enfermedad ocular tiroidea. De hecho, el grado de la enfermedad ocular tiroidea no siempre se correlaciona con los niveles de hormona tiroidea que se encuentran en la sangre. Los cambios en la tiroides pueden variar en su gravedad, pero pueden comprometer uno o ambos ojos. Algunos de los síntomas pueden incluir cambios en los párpados, protuberancia de los ojos, visión doble debido a la participación de los músculos oculares, ojos secos por la exposición de la córnea y a veces, puede incluir la compresión del nervio óptico. Su oftalmólogo trabajará con su médico de atención primaria o endocrinólogo para ayudar a tratar la enfermedad.

Trastornos autoinmunes

Si bien hay muchos trastornos autoinmunes que involucran el ojo, el enfoque en esta sección es sobre la artritis reumatoide. El problema ocular más común asociado con esta afección es el ojo seco, que puede ser grave y está relacionado con insuficiencia de lagrimeo. Otros problemas oculares, generalmente se observan en pacientes con formas más activas o graves de artritis reumatoide. Además de los ojos secos, los pacientes también pueden tener inflamación en otras partes del ojo, como la epiesclerótica y la esclerótica (partes de la pared del ojo), úlceras periféricas de la córnea e inflamación dentro del ojo. Debido a la inflamación, los pacientes generalmente experimentan dolor y enrojecimiento de los ojos. Es importante que los pacientes con artritis reumatoide, activa; estén conscientes de los síntomas de estas afecciones inflamatorias y en caso de que las experimenten busquen ayuda médica.

Resumen

Las afecciones médicas mencionadas anteriormente son solo algunos de los muchos trastornos que pueden ser diagnosticados por un oftalmólogo, lo cual; debería darle más razones para programar exámenes regulares de los ojos con dilatación de pupila. De hecho, la Academia Americana de Oftalmología recomienda un examen de detección de enfermedades oculares para los adultos mayores de 40 años que no tienen signos, ni factores de riesgo de enfermedad ocular. Si usted tiene alguna de las afecciones médicas mencionadas anteriormente u otras que no se mencionaron pero que pueden mostrar señales oculares, consulte a su médico de atención primaria para saber si necesita una recomendación para consulta con un oftalmólogo.


Acerca del Autor

Yvonne Ou, MD

Yvonne Ou, MD

Profesora de Oftalmologia - Universidad de California, San Francisco UCSF Medical Center

Yvonne Ou, MD, es una oftalmóloga certificada y especialista en glaucoma, incluidas terapias médicas, láser y quirúrgicas; evaluación y tratamiento de cataratas, al igial que la cirugía combinada de cataratas y glaucoma.

 

(Disponible solo en inglés)

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